27 de noviembre de 2011

Lectura: Memorias de una Geisha


Hace unos días terminé de leer este libro y, aunque tengo otro libro listo para comenzar/retomar (en realidad ya leí hace un par de meses el primer capítulo), no logro poner mi mente en blanco para comenzarlo.

En parte por los exámenes, que ya se me vienen encima. Y en parte -realmente en GRAN parte- porque todavía estoy saboreando Memorias de una Geisha.

Tengo que admitir que cuando lo vi en librerías hace unos años no le paré medio. Pero el año pasado durante la feria navideña alemana, lo encontré en tan buen estado (me costó BsF 2, grande y de carátula dura) que decidí llevármelo, practicar el inglés y -¿por qué no?- añadir una novela romántica a mis lecturas. Porque esa era la cosa, yo me imaginaba este libro como una romanticonada tras otra. Pero ya me había leido The bridges of Madison County el año pasado (que es bien empalagoso romántico) y lo adoré, y pues me ayudó a atreverme con la geisha.
Sorpresa de las grandes me llevé cuando comencé este libro y me pareció tan lindo y doloroso al mismo tiempo. Los primeros capítulos te pesan en el pecho, pero te obligan a leer porque fluyen muy fácil. Eventualmente comenzó, como era de imaginarse, una trama amorosa. Pero para nada la que me habría imaginado. Además, Arthur Golden logró que esta trama fuese el centro de la historia de su personaje, mas no el centro del libro, así que una se pone nerviosa/feliz/triste sin empalagarse.

Y aunque el personaje no es real (como yo equivocadamente pensé al principio), los detalles de la vida de las geishas, y de la vida en Japón durante la guerra sí son ciertos, y están descritos de una forma muy bonita. No diré que este es un libro que marcó un antes y un después en mí, pero sí me ha tenido pensando acerca del destino los últimos días.

Sayuri dice que todo lo que logramos o lloramos en la vida, todo lo que nos ha destrozado o nos ha dado orgullo es pasajero - como las olas en el mar. Dice que no importa cuánto algo te marque o pienses que te afecta en un principio, siempre pasará y vendrá una nueva ola en una dirección impredecible. Dice también que tienes un destino, y que -estando a merced de las olas- no puedes preveer o planear exactamente cómo llegar a él, pero afirma que llegarás.

Y bueno, pues le estoy dando vueltas a esa idea. Es una idea bella y terrible, si me entienden. Hay que saborearla, masticarla y digerirla para saber si es posible entenderla o no.

En fin, es una narración muy bien hecha y sencilla, muchas veces refrescante. Creo que cualquier persona que agarre Memorias de una Geisha se dará un gusto, de esos que llamamos placeres sencillos. (Los que deben buscarse más a menudo) 

PD: Tengo que admitir que, para mí, le quitó algo de encanto el que no fuesen realmente memorias. Pero igual es super encantador: los bailes, las comidas, la ropa, la música... todo te traslada a Japón, y eso de irse de la realidad un rato siempre es refrescante. No he visto la película. Acabo de buscar el trailer en Youtube y al parecer modificaron bastante la historia para el cine, lo cual no me anima mucho a verla... No sé, ¿alguien la ha visto?

20 de noviembre de 2011

Un poema de lluvia y de tí

Paper boat_by Victor Eredel

Anoche soñé
que el cielo había hecho
ríos de nuestras calles,
que la lluvia nos reclamaba
su espacio,
y que nadie
se atrevía a salir.

Y dentro de nuestras casas,
mirábamos el río,
pensando en todo lo que
no se llevó.
Y en lo que sí.

Le encontré uso
-por fin-
a esos papeles viejos
que ocupan los recovecos
de mi cuarto,
y construí un barquito de papel.

Me dispuse a surcar
este tramo ni tan largo
de agua que separa
tu techo del mío.

Y salí.
Me atreví:
fui a buscarte.
A tí, que ahora eras
mi único anhelo alcanzable.
Mi paz de siempre.

13 de noviembre de 2011

Masseratti 2lts


Estos chicos son geniales.
Frases chéveres que quedaron en mi mente luego del concierto de ayer:


Este es el mundo que quiero regalarte
Esta es la historia que quisiera pintarte.
Su capital
reina cuando cantas
pero el problema es que nadie se levanta.

No importa cuanto seas de indiferente
este es el mundo que dibujó mi mente.
Su capital
reina cuando bailas
pero el problema es que nadie se levanta

Nadie se levanta 


Quiero que tu me hagas lo que me haces tú,
lo que me haces tu, lo que me haces tú.
Que mi cuerpo duerma con sabor a tí,
con sabor a ti, con sabor a tí.
Quiero que me toques como tocas tú,
como tocas tu, como tocas tú.
Que tu sabes bien como hacerme feliz,
hacerme feliz, hacerme feliz.

Este no es el concierto al que yo fui ayer, pero píllense la euforia de la gente cuando dicen:

Caracas: te quiero. 
Vivirte sin miedo



(Venezuela) ¡TE QUIERO! 
¡¡VIVIRTE SIN MIEDO!!



Y el cierre del concierto:


En el amor siempre hay algo de locura,

mas en la locura siempre hay algo de razón.
¡Gracias por vivir en locura!


12 de noviembre de 2011

Para ser bella (2)


Bueno, como decía en el post anterior, lo que más me pegaba de todo este asunto eran los comentarios de mi papá, que aunque nunca fueron malintencionados, me hacían sentir que mi gordura era tan prominente como para captar la atención de tan distraído ser como él.
Luego estaba otro factor: estudio rodeada de hombres que se pasan la mitad de su tiempo mirando a alguna mujer y lanzando comentarios respecto a ella. Esto llega al punto de haberme hecho aprender a diferenciar si una mujer determinada será más atractiva para los hombres o para las mujeres. Lo cual sólo me confunde más cuando intento pensar quién es bella.

"Bella es Megan Fox." -dicen-
O Diane Kruger.
O Kirsten Dunst, para algunos. 
Pueden bucearse mil veces a la Patricia Schwarzgruber en lingerie en Urbe Bikini, pero 
"está rica. Pero así como bella, no" -Esos son los comentarios-.

Entonces una se pone a pensar, ¿cuál es el truco?
Lo primero, supongo, es estar buena. A eso se dedican tantos semanalmente en los gimnasios o áreas deportivas  de la ciudad. Entonces, hay que estar flaca. Pero flaca a lo Megan Fox, no flaca a lo Gwyneth Paltrow. Osea, flaca con músculos tonificados y un buen par de lolas.

¡YA VA!

Pero entonces, Megan Fox y Amy Winehouse serían equivalentes. Y no lo son. Amy no habría convencido a un hombre - uno lo suficientemente sobrio- de decirle que estaba buena.
Natalie Portman, que en mi opinión es preciosa, no está buena. Y Kate Moss, que aparece en las revistas/afiches de moda que miramos, tampoco está buena. Es más, algunos dirían que ni es bonita (¿qué se esperan con la cantidad de droga que ha llevado ese cuerpo?), pero lo cierto es que, según las revistas, debemos intentar parecernos a ella. Al menos, intentar que la ropa nos quede igual de bien.

En fin, en cada esquina hay una mujer luchando por estar buena. Y ese título es algo que hay que sufrir para ganar.
Para estar realmente buena, hoy día, hay que hacer de todo. Perder peso, arreglarse la cara a punta de bisturí, ponerse las lolas, tonificar el cuerpo con ejercicio (o ponerte los cuadritos como hizo Gaby Espino), perder esos últimos 5 huequitos de celulitis que te quedaron después de la rebajada que te echaste, gastar un dineral en cremas para ocultar las estrías... Y vestirte para mostrar todo eso. Ah, pero no rebajes tanto como para que no se te vea un buen trasero. ¡Ni que se te caigan las lolas! *grito de psicosis* god forbid THAT!

Pero seamos realistas: el rollo es que puedes cumplir con todo lo anterior y aún no atraer más que insectos. O no sonreirte en el espejo (lo cual es una especie de equivalente).

¿Por qué? Porque estar buena NO es ser bella.
--> Y tampoco es condición necesaria para serlo <---

Así que, preocupémonos menos por las medidas, y más por... bueno, por ser bellas. Ya irá una viendo qué es.
Por ahora, a criticar (y criticarse) menos. Y a darse un pase libre para buscar cuál es realmente el secreto de las mujeres reales (no modificadas) y bellas.



7 de noviembre de 2011

Para ser bella (1):


Ese viejo dicho nos lo conocemos las latinas desde chiquitas: "para ser bella, hay que ver estrellas". Desde hace generaciones. Pero, ¡ay, abuela! Cuando tú se lo dijiste a mi mamá, no sabías lo que nos estabas poniendo en las manos.
Ser bella antes tiene que haber sido un juego de niñas respecto al ser bella ahora.
Pónganse a pensar, ¿cuántas veces escucharon de pequeños a sus madres o abuelas criticar a otra mujer u hombre llamándolo feo o gordo?
Yo creo que puedo contarlas con los dedos de una mano, y se trató de un feo que quiere decir "tiene pinta de malandro" o gord@ que quería decir "no la soporto y me voy a agarrar de que es obesa" (realmente obesa).

¡Ja! Pero hoy no es así. Tú y yo lo sabemos. Solo hace falta que un@ (también va para los hombres) engorde 1/2 kg y ya a alguno del grupo se le sale algún comentario -por inocente que sea-  referente a "esos kilitos" nuevos. Y no me jodas, 1/2 kg se pierde y se gana en cuestión de 2 semanas, pasando 2 veces por Burguer King o el maléfico Subway.

Claro, si los estás perdiendo, te felicitan. "¡Eeeso, estamos rebajando!", te dicen. En el momento en el que ganas no medio sino 1 kilo, ya te dicen "María, ¿qué pasó?".

Yo pasé AÑOS entre esos dos puntos. Primero gané 12kgs, luego perdí como 6, gané 4 y luego empecé un tiempo en que (no me pesé, pero lo calculo según mis fotos) estuve bailando entre -1, +3, -1, +2, -2, +4 y por ahí vamos. Hasta mi papá, que no se dió cuenta de cuando me pinté el pelo marrón rojizo, me preguntaba (sí, preguntABA - continuamente) desde Maracaibo: "¿y cómo está la línea, hija? Sabes, si tú quieres podemos ver si te metes en un gimnasio allá.¿No estás haciendo dieta?"

Tengo que admitir que eso me pegaba, pero la verdad es que nunca me he sentido seriamente acomplejada por mi peso. Ni siquiera cuando tuve esos 12 kg extra. De mi look, lo que sí me acomplejó por años fue el acné. Tuve un acné terrible que sobrevivía a todo, hasta que le puse Roaccutan. El colesterol por los cielos, los labios rotos a cada rato, cero licor, cero playa o piscina, cero frituras por 15 meses... y se fue el acné.
Después de eso, de verdad que mi peso era factor de mínima preocupación. Digo, ya por lo menos sabía que la gente -y yo misma- me podía mirar a la cara y no pensar "pobrecita". Y andaba de verdad feliz con mi look.

Pero una se mira en el espejo y desearía que esa barriguita se pusiera plana. Sobre todo con la ropa actual, que o te lanzas por la moda de lo ancho, o te rindes a mostrar -mínimo- un cauchito, porque la ropa de estos años no perdona a nadie. A menos que tengas un cuerpazo, claro.

Pero allí vamos, ¿qué es un cuerpazo actualmente? ¿Es suficiente* para ser bella?

Los dejo pensando la respuesta a eso, con 2 cositas que vi ayer:
1- les muestro una foto que me dio risa:
Karolina Kurkova- desfile de Victoria's Secret
Esta foto se llama Karolina FAT. ¿Pueden creerlo? Han destruido a esta chica por haber mostrado esa grasa en su espalda y esa celulitis en sus trasero. (Esto fue reciente, lo pueden buscar en las noticias.)

2- mi primo diciendo ayer que la Miss Mundo (que es venezolana) "es bien linda, pero tampoco es como para que se gane Miss MUNDO. Las mujeres de -la competencia- este año estuvieron feas"
(digo yo: ¿QUÉ?)

Ahí los dejo. Hasta pronto.



* No, no estoy metiendo ideas de belleza interior, por los momentos.

4 de noviembre de 2011

Pensamiento 1


A veces me pregunto si estás con ella sólo porque te hace creer que puedes ser mejor persona  y no porque te hace saberte mejor persona. 

En esas cosas que son de a dos, muchas cosas se vuelven frágiles cuando la línea entre creer y saber está enrollada.
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