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Esta semana tengo un sólido empate entre dos postales. La sinceridad seca y ostinada de la primera, la contradicción de hacer algo incorrecto en pro del bien colectivo es algo que va sobre la línea de lo moral, y me llama mucho la atención. Uno podría pensar por horas al respecto.
La segunda, es por esas cosas irracionales que parten de un amor muy muy profundo. Demasiado dulce.
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