7 de febrero de 2011

Creciendo en Ccs

He roto 2 promesas en mi vida de adolescente-adulta. Ayer me di cuenta de que ya es demasiado tarde para reparar una de ellas. Las palabras con que las hice aparecen de vez en cuando como una sensación de llenura en ese espacio del cuerpo que las culpas escogieron como albergue.
Hoy - casi 6 años después- hablé al respecto. Poco a poco, una palabra tras otra, mis ojos mirando alternativamente a la ventana, a mis manos y a mi confesor, salió todo. Al aire encerrado en medio del jardín.

Se reirían si supieran de qué se trata, pero es importante para mí. No sé ni qué habrá sido de mis promesas. ¿Serán recordadas aún? ¿Lo fueron por un tiempo? ¿Qué ha pasado con ellas a quienes prometí? No sé. Las promesas son algo muy serio para mí, no tanto para otros.
¿Por qué les fallé? Para ambos casos, el mismo motivo: miedo. Caí en el enorme mar de personas que dejan a otra guindando de un contrato roto, por miedo. Justo lo que no me gusta que otros me hagan.
Y, ¿saben qué? No sé si lo he superado, pero sé que no quiero ser más cobarde.

Y, por eso, tengo un agradecimiento muy especial que hacer hoy:

Gracias a Caracas, a esta ciudad con la que tanto peleo y que tanto rebusco debajo de la infinidad de carros y gente. Gracias porque me albergó cuando pensé que era mi huida, porque calmó ese miedo que tuve en un principio, porque me mostró con qué olvidar un lugar que tanto amo y que nunca quise dejar.
Me tomó mucho valor aprender a montarme en este caballo intranquilo, que cuando quiere se deja poner silla, y cuando no, no, pero igual hay que montarlo. Y, recíprocamente, me ha dado valor para enfrentarme a esas cobardías que no admitía, incluyendo ésta.

Caracas da miedo, pero te vuelve los nervios de acero.
Caracas te cansa y te hace sentir mínimo, pero te enseña a echar pierna.
Caracas te disgusta, pero te atrae.

Caracas es así, un amor de esos impulsivos.
Y como todo amor, da ánimos.

(Hasta pa' que esta maracucha vaya a remendar promesas.)

4 comentarios:

  1. Es que yo quiero tanto a mi Caracas...

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  2. Es lo q mas te sorprende, es lo q te atrapa... Q al ir a su encuentro, tb te has encontrado a ti misma! =) Excelente lineas!

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  3. Gracias. Es definitivamente sorprendente. ¡Saludos a ambos!

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  4. Que lindas palabras, Isa. Caracas devinitivamente fomenta esa relación amor-odio en todos nosotros. Me quedé pensando en las promesas sin cumplir...

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Este post acepta piropos, críticas, cuentos borrachos, carticas de amor... en fin, deje usted lo que quiera. Aquí lo disfrutamos

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