20 de junio de 2011

Esta mañana y otros cuentos

"(...) ¿No ha escrito usted nunca una carta sin la intención de mandarla, y la ha puesto en un sobre sin la intención de mandarla, y ha salido con ella... todavía sin el propósito de enviarla; y entonces ha oído cómo caía en el buzón?"
Fragmento de "Esta mañana",  de Mario Benedetti

Esto les pasa a algunos. O a todos, alguna vez. Un día te despiertas y te das cuenta de que no todo el aire que está dentro de tí es tuyo. Que has estado guardando parte de la esencia de ese ser al lado de quien te permitiste cada vez más acostarte a mirar el exterior. Ese día piensas que has llegado a hacer unas cuantas cosas sin pensar, unas cuantas cosas distintas a las que solías hacer en algún momento olvidado... miras hacia atrás y las ves, -por vez primera- esas tantas desandanzas sobre las líneas de tus íntimas costumbres.

Yo desde hace rato me quedo oliendo un poco más las flores, y el viento. Y, cuando se me cae una pestaña, siempre la miro antes de botarla. Y le digo "¡hola!" a la almohada cuando me despierto en las mañanas. También pienso en cómo preparar un café perfecto (¡yo que aborrezco el café!), estoy feliz cuando estoy más triste, y -por si fuera poco- uso cobija todas las noches, a pesar de que al principio no puedo dormir por el extra de calor.

Y detrás de este montón de tonterías y mínimos absurdos, está ese aire que se me ha coleado- de tí. Ese aire/persona del yo+tú. Ese ente raro que se formó tan sin querer como la carta cayó en el buzón de Esta mañana. (Como cayó en mi mente desvelada esta certeza de que sos, tan inconscientemente como yo, el motor de estos discretos disparates)




PD: You're all that i can't leave behind, Frank.

18 de junio de 2011

Sin permiso





¡Hola, guapo!

  

No te de pena, mira.




Es que tú eres muy visual, 
y yo quería decirte que...



this is one of my 
-very secret- favorite places :)


17 de junio de 2011

Lección #1 de tantos días


Hay quien no lo sabe, este secreto a voces que tantos gritan: los amigos valen oro, y son pocos.
¡Cuánto hacemos mal al olvidarlos! 

No sé cómo nace una amistad. ¿Alguno de ustedes tiene esa respuesta?
No sé si fue ese momento "íntimo" en que compartimos algún secreto o ideas muy profundas, si fue un rato super divertido, gustos similares o demasiada costumbre (o algo más), lo que me llevó a ser amiga de fulano o fulana. Pero les tengo a todos un afecto enorme, un cariño de esos enormes que uno aprende a percibir cuando se es niño y algo en alguien te maravilla.

He fallado y fallo mil veces en no decirlo, en no demostrarlo, en no estar pendiente.
Cuando tienes la suerte de cruzarte algo que consideras maravilloso, es mejor no dejarlo ir. Yo, yo tardé días en entender por qué El Principito abandonó a su zorro. 

Este post lo hago pensando en esos muchos (que son pocos) que quiero, en llamarlos y echarles vaina, y echar cuentos y reír. Pero lo escribo pensando en una persona por encima de todas.

¡Cómo te extraño, Caro!


8 de junio de 2011

Ya llegué tarde a decirlo, pero...

Ayer cumplió años Juan Luis Guerra.
Y pues, ya se me están cerrando los ojos, pero ¿cómo no dejar este recuerdo en mi blog de mi lejana alegría?
Juan Luis Guerra es una figura (probablemente la única en el medio musical) que me inspira tantas cosas bonitas. Este señor ha vivido experiencias durísimas en la vida, y en su música ha buscado a Dios, ha pedido justicia, ha hablado de forma alegre de cosas que tantos lamentan - ¡y quién sabe a cuántos no han ayudado sus letras! -, y ha hablado del amor y de la vida, que como la ves en sus canciones, siempre es bonita. Desde aquí, a mil grados de separación, lo veo como un hombre con un gran espíritu y mucho, mucho deseo de compartir su visión.

Canciones como El Niágara en bicicleta, Arregla los papeles, Las avispas, y tantas otras, no pueden sino levantarte el ánimo.
Podría dejarles la letra de esa primera canción, pero ya se la saben de memoria. Dejo aquí parte de la letra de Abriendo caminos. Otra más que nos susurra bailando un "echa pa' lante" :)

¡Feliz cumpleaños, Sr. Guerra!
Nadie en el mundo se merece tantos Grammys como usted.

Abriendo caminos (Extracto)


Voy abriendo caminos para dejarte
las cosas buenas que aprendo
mientras camino mis calles

Me llevaré
las buenas luces que tiene la gente
que me iluminan la vida
y me regalan mi suerte

(Coro) Como un río que camina hacia el mar
quiero ver la risa del sol por las mañanas
que venga siempre a golpearnos la ventana
yo quiero un sol
yo quiero un sol que me acompañe
hablando siempre de frente
tirando todo lo malo

Voy abriendo caminos para encontrarte
en este mundo perdido
también hay buenos amigos.

Y me llevaré
las buenas luces que tiene la gente
y cuando me sienta solo
me cuidarán para siempre
Como un río que camina hacia el mar
(Coro)

Como un río que camina hacia el mar
saca el dolor afuera
y no te quedes a esperar
como un río que camina hacia el mar
ríe, llora
que aun queda mucho por andar

Y aunque en el mundo hay personas tan grises
hay otras que no paran de brillar...


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