9 de marzo de 2009

Ideas entre el césped y el sueño

Para hablar de él, necesito más que mi voz o esta tinta explayada.
Necesito cosas que aún no admitimos que existen porque no las llamamos a ser, necesito imágenes y mi alma en la ventana frente a mí.
Necesitaría ponerle nombre al olor del vino mezclado con césped húmedo, guitarras y luces bajas. Necesitaría nombrar cada tono alrededor de la llama de las velas a oscuras, un cometa sin órbita definida que aún sea cometa, una supernova sin colapsos, un calor sin sol, un sol que pueda alcanzar con las yemas de mis dedos, yemas de dedos con magia, el olor a café en el aire, aire bajo sábanas arrugadas sobre camas aún tibias pero ya solas, y sólo agrego el olor dulce, sedante y espeso del extrañar. Para hablar de él, a quien no extrañaré nunca.
Para hablar de él tengo que olvidar mi conciencia, irme a otra dimensión y crear otro tiempo, porque describirlo en pasado es imposible, en presente ni existe y en el futuro no sé si llegue a estar. El destino que quiero

(y que encontré en el lugar equivocado)

Edu, gracias por tu mano el otro día, niño.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este post acepta piropos, críticas, cuentos borrachos, carticas de amor... en fin, deje usted lo que quiera. Aquí lo disfrutamos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...