30 de diciembre de 2008

¡y ya es 30!

Que una gaita abra mi post:
"Cuando suenen las doce campanadas
y todo se convierta en alegría,
levantaré mi copa a tu salud,
deseando que regreses algun día"
No puedo decir con taaaantas ganas así que espero que regreses, pero 2008, las gracias sí te doy, y de poder, me echaría los tragos contigo por los ratos excelentes que pasé en tus días. Ahora, si me permites, para las maletas y el apuro pa ayudarme con una cosa: los propósitos, sí, los malditos propósitos.

Los propósitos son como las luciérnagas, brillan, te encantan, revolotean alrededor de tí y se te pegan, los haces tuyos sin tocarlos. No sé a cuántos de ustedes, pero a mí, sin falta, me hacen planear formas de capturarlas, muchas, en un frasco transparente, como en las películas... luego desaparecen, las esperas y las ves lejos, lejos, luego más lejos, y luego no las ves... hasta las olvidas. Los propósitos de año nuevo se convierten en mis luciérnagas nocturnas y diurnas también, y este año Isabel Alfonzo está pensando now and then en cómo armar su lámpara. Queriendo a muerte una lámpara. Quiero, truly, deeply, madly, wholeheartedly:
Echarle bolas a las cosas, como antes.
Como yo.
Trabajar y ahorrarlo todo.
El viaje que ya planeé.
Leer 20 libros por disfrute.
That.

Ok, le dejé una cosa al azar, pero como ven todo depende de mí.
Con eso, hago mi lámpara y seré feliz de por vida.
¿Pido mi lámpara con una de las 12 uvas, el viaje con la maleta llena, y el ahorro con el billete en la sandalia?

¡Feliz año a todos!

PD: y el "That" con qué lo pide uno? jajaja

2 comentarios:

Este post acepta piropos, críticas, cuentos borrachos, carticas de amor... en fin, deje usted lo que quiera. Aquí lo disfrutamos

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