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2 de febrero de 2012

Cultura: lo que es y lo que los venezolanos entendemos por ella

Comencemos con lo estándar (obtenido de la RAE):

cultura.
(Del lat. cultūra).
1. f. cultivo.
2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.
3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.
4. f. ant. Culto religioso.




Al hablar de cultura en Venezuela, la mayor parte de la gente toma inmediatamente la segunda acepción del término: si te gusta la cultura, uno entiende que te gustan los museos, que te aprendiste esos "libros ladillas" de Historia Universal en 8vo grado, que te gusta aunque sea un poco la música clásica y te sabes los nombres de uno que otro autor que no figura en las estanterías de Tecniciencia, Nacho o Las Novedades (las únicas tres librerías que conoce el venezolano promedio). La gente puede incluso encasillarte enseguida en la categoría del pretencioso de Midnight in Paris... insoportable y aburrido al cabo de 5 minutos.

Caracas es "LA urbe culta" porque hay un montonero de teatros, cines que de hecho proyectan cine independiente y muchos bares en los que se presentan grupos musicales y comediantes que no van dentro de la línea de Luis Fonsi o Er Conde del Guácharo. Eso se cree acá.

¡Y estamos TAN equivocados, gente!

Seguimos

  • lanzando carros,
  • comiéndonos semáforos, 
  • aceptando la especulación,
  • tratando sin cuidado lo que no es nuestro (así sean nuestros edificios),
  • coleándonos en cuanto sea posible, 
  • buscando la maraña que nos favorezca, 
  • dejando ser a los abusadores,
  • cruzando la calle por donde nos provoca y 
  • pagándole a gestores para que nos hagan los trámites con algún marañeo ahí, etc.


Por supuesto que hay cultura en Caracas, pero hay tanta como en el resto del país (con 10 puntos menos de consideración al otro, en el caso de la clase media-alta y alta), y es necesario entenderlo. Esa cultura que realmente nos importa -tengamos o no teatros, comediantes, conciertos y cines independientes- es la descrita a la izquierda del número 3: "Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc." 
De esa cultura es de la que necesitamos ocuparnos, en particular de aquéllo de modos de vida y costumbres. Esas que le enseñamos a nuestros chamos y que difícilmente adoptarán luego de salir de la casa. Gente: tenemos un hermoso país y gente con excelente carácter, en líneas generales. Y lo hacemos parecer un cataclismo desesperante a ojos de cualquiera -criollo o extranjero- que se espere un buen nivel de civismo.

Cultura es lo que necesitamos mejorar. Ese es, en esencia, el geiser del que emanan todos los males sociales, económicos y políticos que tenemos ahorita. ¿Un ejemplo?: por "cultura" decimos los decentes que no entraremos en política, porque "ese mundo es muy feo, es de corruptos". Y así le dejamos a los corruptos las puertas abiertas y las sillas de la Asamblea desocupadas.

Necesitamos crear una cultura bonita. Tenemos costumbres divinas, alegres, bonitas. Hagamos una cultura que nos haga prósperos. Una cultura que nos haga sentir bonito. Insertémosle valores. Regalémonos una mejor forma de vida. Regalémonos un verdadero orgullo nacional.

¡Vamos, no es tan difícil! Quitémonos ese prejuicio de que somos ricos culturalmente. Eso se quedó en gastronomía y música, falta el ser humano. Faltamos nosotros. Un paso a la vez, una mejor acción por día.

¿Se animan?
Para los twitteros, vayan echándole un vistazo a estos perfiles: @Noteengoriles y @ConValores. Para mantener en mente los ánimos de apostar a ser mejores ciudadanos.

#LamejorVzla es posible. Pero no es realmente Leopoldo ni Capriles quien tiene que comenzar a hacerla.

12 de noviembre de 2011

Para ser bella (2)


Bueno, como decía en el post anterior, lo que más me pegaba de todo este asunto eran los comentarios de mi papá, que aunque nunca fueron malintencionados, me hacían sentir que mi gordura era tan prominente como para captar la atención de tan distraído ser como él.
Luego estaba otro factor: estudio rodeada de hombres que se pasan la mitad de su tiempo mirando a alguna mujer y lanzando comentarios respecto a ella. Esto llega al punto de haberme hecho aprender a diferenciar si una mujer determinada será más atractiva para los hombres o para las mujeres. Lo cual sólo me confunde más cuando intento pensar quién es bella.

"Bella es Megan Fox." -dicen-
O Diane Kruger.
O Kirsten Dunst, para algunos. 
Pueden bucearse mil veces a la Patricia Schwarzgruber en lingerie en Urbe Bikini, pero 
"está rica. Pero así como bella, no" -Esos son los comentarios-.

Entonces una se pone a pensar, ¿cuál es el truco?
Lo primero, supongo, es estar buena. A eso se dedican tantos semanalmente en los gimnasios o áreas deportivas  de la ciudad. Entonces, hay que estar flaca. Pero flaca a lo Megan Fox, no flaca a lo Gwyneth Paltrow. Osea, flaca con músculos tonificados y un buen par de lolas.

¡YA VA!

Pero entonces, Megan Fox y Amy Winehouse serían equivalentes. Y no lo son. Amy no habría convencido a un hombre - uno lo suficientemente sobrio- de decirle que estaba buena.
Natalie Portman, que en mi opinión es preciosa, no está buena. Y Kate Moss, que aparece en las revistas/afiches de moda que miramos, tampoco está buena. Es más, algunos dirían que ni es bonita (¿qué se esperan con la cantidad de droga que ha llevado ese cuerpo?), pero lo cierto es que, según las revistas, debemos intentar parecernos a ella. Al menos, intentar que la ropa nos quede igual de bien.

En fin, en cada esquina hay una mujer luchando por estar buena. Y ese título es algo que hay que sufrir para ganar.
Para estar realmente buena, hoy día, hay que hacer de todo. Perder peso, arreglarse la cara a punta de bisturí, ponerse las lolas, tonificar el cuerpo con ejercicio (o ponerte los cuadritos como hizo Gaby Espino), perder esos últimos 5 huequitos de celulitis que te quedaron después de la rebajada que te echaste, gastar un dineral en cremas para ocultar las estrías... Y vestirte para mostrar todo eso. Ah, pero no rebajes tanto como para que no se te vea un buen trasero. ¡Ni que se te caigan las lolas! *grito de psicosis* god forbid THAT!

Pero seamos realistas: el rollo es que puedes cumplir con todo lo anterior y aún no atraer más que insectos. O no sonreirte en el espejo (lo cual es una especie de equivalente).

¿Por qué? Porque estar buena NO es ser bella.
--> Y tampoco es condición necesaria para serlo <---

Así que, preocupémonos menos por las medidas, y más por... bueno, por ser bellas. Ya irá una viendo qué es.
Por ahora, a criticar (y criticarse) menos. Y a darse un pase libre para buscar cuál es realmente el secreto de las mujeres reales (no modificadas) y bellas.



7 de noviembre de 2011

Para ser bella (1):


Ese viejo dicho nos lo conocemos las latinas desde chiquitas: "para ser bella, hay que ver estrellas". Desde hace generaciones. Pero, ¡ay, abuela! Cuando tú se lo dijiste a mi mamá, no sabías lo que nos estabas poniendo en las manos.
Ser bella antes tiene que haber sido un juego de niñas respecto al ser bella ahora.
Pónganse a pensar, ¿cuántas veces escucharon de pequeños a sus madres o abuelas criticar a otra mujer u hombre llamándolo feo o gordo?
Yo creo que puedo contarlas con los dedos de una mano, y se trató de un feo que quiere decir "tiene pinta de malandro" o gord@ que quería decir "no la soporto y me voy a agarrar de que es obesa" (realmente obesa).

¡Ja! Pero hoy no es así. Tú y yo lo sabemos. Solo hace falta que un@ (también va para los hombres) engorde 1/2 kg y ya a alguno del grupo se le sale algún comentario -por inocente que sea-  referente a "esos kilitos" nuevos. Y no me jodas, 1/2 kg se pierde y se gana en cuestión de 2 semanas, pasando 2 veces por Burguer King o el maléfico Subway.

Claro, si los estás perdiendo, te felicitan. "¡Eeeso, estamos rebajando!", te dicen. En el momento en el que ganas no medio sino 1 kilo, ya te dicen "María, ¿qué pasó?".

Yo pasé AÑOS entre esos dos puntos. Primero gané 12kgs, luego perdí como 6, gané 4 y luego empecé un tiempo en que (no me pesé, pero lo calculo según mis fotos) estuve bailando entre -1, +3, -1, +2, -2, +4 y por ahí vamos. Hasta mi papá, que no se dió cuenta de cuando me pinté el pelo marrón rojizo, me preguntaba (sí, preguntABA - continuamente) desde Maracaibo: "¿y cómo está la línea, hija? Sabes, si tú quieres podemos ver si te metes en un gimnasio allá.¿No estás haciendo dieta?"

Tengo que admitir que eso me pegaba, pero la verdad es que nunca me he sentido seriamente acomplejada por mi peso. Ni siquiera cuando tuve esos 12 kg extra. De mi look, lo que sí me acomplejó por años fue el acné. Tuve un acné terrible que sobrevivía a todo, hasta que le puse Roaccutan. El colesterol por los cielos, los labios rotos a cada rato, cero licor, cero playa o piscina, cero frituras por 15 meses... y se fue el acné.
Después de eso, de verdad que mi peso era factor de mínima preocupación. Digo, ya por lo menos sabía que la gente -y yo misma- me podía mirar a la cara y no pensar "pobrecita". Y andaba de verdad feliz con mi look.

Pero una se mira en el espejo y desearía que esa barriguita se pusiera plana. Sobre todo con la ropa actual, que o te lanzas por la moda de lo ancho, o te rindes a mostrar -mínimo- un cauchito, porque la ropa de estos años no perdona a nadie. A menos que tengas un cuerpazo, claro.

Pero allí vamos, ¿qué es un cuerpazo actualmente? ¿Es suficiente* para ser bella?

Los dejo pensando la respuesta a eso, con 2 cositas que vi ayer:
1- les muestro una foto que me dio risa:
Karolina Kurkova- desfile de Victoria's Secret
Esta foto se llama Karolina FAT. ¿Pueden creerlo? Han destruido a esta chica por haber mostrado esa grasa en su espalda y esa celulitis en sus trasero. (Esto fue reciente, lo pueden buscar en las noticias.)

2- mi primo diciendo ayer que la Miss Mundo (que es venezolana) "es bien linda, pero tampoco es como para que se gane Miss MUNDO. Las mujeres de -la competencia- este año estuvieron feas"
(digo yo: ¿QUÉ?)

Ahí los dejo. Hasta pronto.



* No, no estoy metiendo ideas de belleza interior, por los momentos.

12 de octubre de 2011

El trabajo del artista


Así que, allí estaba Gil, con la garganta seca y un personaje principal que trabajaba en una Tienda de Nostalgia (Nostalgic shop) porque gran parte de él no lograba lidiar con la violencia y demás desesperanzas del mundo actual, de la misma manera en que Gil no lo hacía. Lamentaban (ambos) no haber vivido en una época en que el mundo giraba alrededor del conocimiento, el amor y las artes. Allí estaba ella, con la novela en mano, y en el momento en que uno detiene la respiración para saber si le dirá que es buena o es terrible, ella se acerca a Gil y dice:

"Now, about your book: It's very unusual indeed, in a way it's almost like science fiction.
We all fear death and question our place in the universe. The artist's job is not to sucumb to despair, but to find an antidote for the emptiness of existence. You have a clear and mighty voice, don't be such a defeater!"

Y así, Woody Allen pone en la boca de su personaje Gertrude Stein (Kathy Bates) una belleza de reflexión acerca de lo que debe hacer un artista. Expresar en su obra el antídoto al vacío de la existencia.

No me considero una artista, y no puedo decir que esa tarea es fácil o difícil de lograr. Pero creo que es fácil entenderla.
Si el arte es la expresión de aquello -concreto o abstracto- que nos rodea, entonces lograr "vaciar" en una obra  nuestra visión o sensación particular de un elemento del mundo es definitiva e innegablemente una afirmación de la existencia y de la consciencia de vivir. Y eso es imposible para quien lleva una existencia vacía. Tanto más si aquello que se expresa no es algo meramente percibido en el exterior sino un reflejo de la interioridad, porque entonces el conocimiento propio se enriquece y se rueda por el camino de detallar, cuestionar o admirar más detalles de una existencia cada vez más rica.
Quién sabe, el arte quizá lleva a una existencia plena. Sería toda una experiencia conocer a alguien que haya vivido eso.

Yo quizá nunca lo sepa, pero me gusta pensarlo. 
Pensaré que esta no es solo la tarea del artista, sino la de cualquier persona. O que todos tenemos nuestra forma de arte particular y debemos usarla para buscar sentirnos realmente contentos. 

No desesperemos. Las respuestas que queremos, las sensaciones que queremos, todas están allí. En algún lado. Y podemos llegar a ellas. Quizás todo se trate de escucharnos tranquilamente, descubrir cuál es nuestro arte y -claro está- ponerlo en nuestro día a día.

El mío...bueno, les contaré cuando lo descubra. ¿Cuál es el suyo?

5 de julio de 2011

Difundir ideas vs. tomar acciones

Expresión y acción.

¿Debería cambiar allí esa y por un vs.?

Voy a empezar yendo directo al grano.
En el libro que les comenté hace poco de Carlos Fuentes, él mismo se describe como un opositor del gobierno, un individuo de cierta importancia en la esfera intelectual-política del país. Como escritor, reflejaba en cartas, publicaciones y en sus mismas obras esa realidad que necesitaba manifestarse al mundo, y a los mismos mexicanos engañados por los medios de comunicación. En fin, cosas con las que podemos asociarnos los venezolanos.
El personaje de Diana Soren le dice a Fuentes en cierto momento:
"Te había leido (...) Creí que eras un revolucionario de verdad. Alguien que pone sus actos donde pone sus palabras. No es cierto. Escribes pero no haces. Eres como los liberales gringos."
Acto seguido, lo deja. Pero eso no importa, acá lo que llama la atención es su argumento, su decepción.

Personas como Diana Soren hay muchas. Personas como Diana Soren piensan que sólo el acto es la manifestación debida de una idea. Piensan, en muchos casos, que es necesario construir algo, destruir algo, desordenar otra cosa, hacer visible la bota afincada sobre la cabeza de sus culebras...
¿Deberíamos estar todos de acuerdo con esto?

¿Qué queda entonces de Rousseau, de su contrato social, de Montesquieu y de tantos otros? OK. No todos hemos leido a Maquiavelo, y yo sólo sé de Montesquieu lo que aprendí en el colegio. Vámonos a otros ejemplos, vámonos a Mario Vargas Llosa (a quien tampoco he leido), a José Saramago, o vengámonos más acá con gente más pequeña como Laureano Márquez o Zapata, si les gusta. Ellos hablan, escriben, dibujan una realidad a un público enorme en el caso de los primeros y pequeño -pero significativo- en el caso de los últimos.
Todos llaman a las conciencias, a la pregunta, a abrir una puerta hacia nuevas ideas. Mejores ideas.
¿Son voces nulas, acaso?

Siendo yo la que escribe, me doy el lujo de lanzar mi opinión: no.
Creo que el artista (incluyendo al escritor) hace por el cambio tanto como hace un militante de la ETA por su propuesta. Es una movida muy distinta, sin lugar a viene de mentes distintas, pero no por ello debe considerarse una movida de menos validez. Hay gente que no lo sabe, pero sembrar una idea puede ser peligroso, algo más acusable, sí, pero más virulento y difícil de prevenir que la implantación de una bomba en la cama de G.W. Bush.

Personas como Diana Soren piensan que los que actúan rigen el mundo, cosa que es difícilmente cuestionable. Yo creo que les falta considerar que no son esos mismos los que rigen a las personas. Cada quien se rige a sí mismo*, está en cualquier concepto de libertad. Falta ver, ¿qué es lo que hace que nos veamos como un GRUPO y demos ese paso extra hacia exigir cómo queremos que nos gobiernen?
¿Que llegue un caudillo que se pinte como un caballo indomable y nos diga "vamos"?
¿O que de verdad entendamos que no hemos pensado BIEN en lo que queremos?

A pesar de haber usado la palabra "caudillo" que suena acá a cada rato, no quiero referirme sólo a la situación política venezolana, podríamos hablar de si nos lanzamos o no a decir de una buena vez que NO QUEREMOS que nos construyan esa clínica privada que quieren hacer en la esquina. O que nos muestren los planos de vialidad que proponen con el centro comercial mega atravesado en la vía hacia El Hatillo. Yo creo que no sé de un país/pueblo en donde todos estén de acuerdo con lo que pasa.

Necesitamos darle valor a la idea.
No hay acción inteligente /smart choice sin una idea.

Acá les dejo una charla interesantísima que vi hace unas semanas en TED Talks.
La exponente es una mujer iraní, se llama Shirin Neshat y es fotógrafa y artista plástica. Está exiliada por haber expuesto obras de arte con ideas inaceptables para el gobierno actual, y desde occidente llama a las personas -en todo el mundo- a expresarse, denuncia la hipocresía política de los EEUU y habla de la importancia de estar consciente de las cosas.
Les juro que este video vale la pena. (Y creo que pueden ponerlo en español)




Shirin Neshat no ha dirigido ataques terroristas, ni golpes de estado, ni marchas por su país. Pero si desprecian en su arte un impulso hacia ver qué está pasando, hacia la pregunta de ¿tiene que ser así?, entonces quizá estén, como muchos acá, marchando sin saber sobre qué están sonando sus pisadas.
Digerir la idea fue la base del éxito de Martin Luther King y de Gandhi.

En cualquier ámbito que lo tomen, puede ser la base de nuestro éxito en muchas acciones.


* Hay limitantes obvias que no vienen al caso.
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