13 de marzo de 2012

Monsieur! Un helado, por favor

Vengo llegando de mi penúltimo día como profesora de francés. Espero que solo sea por un tiempo, algo así como un receso obligatorio.

Tengo que confesar que vengo algo triste. Porque dar clases me encanta y me distrae muchísimo de todo aquí. Y porque lamentablemente el nivel que me tocó ahorita era bastante monótono y sencillo, y los alumnos muy buenos pero muy ocupados todos... Hoy (que hice el examen) sólo asistieron 3 de 6. Realmente no había tenido nunca este problema con un grupo (y en 3 años he tenido unos cuantos gurpos), de que sintieran ya dominar la materia y, en vez de querer más, se inclinaran a faltar con frecuencia durante las últimas 2 semanas. Cónchale, hoy era el examen. ¡Por eso es que la Alianza no debería decirle a los alumnos que los exámenes son facultativos!

¡Qué rayos!, a veces no se puede con los grupos cuando no hay empatía entre ellos. Todos adultos, todos en su mundo y sin demasiados ánimos de echar mucha vaina y perder la seriedad.

Y no puedo negar que, también, a veces no pude conmigo. Fueron varios los días en que llegué al salón y no di mi máximo. En fin, no es echarle culpas a nadie: hay grupos que son una rumba, la mayoría son super simpáticos, y otros no. Lamentablemente éste, que era mi último, fue apaticón. Hubiera querido compensar esto de tener ya un pie afuera de la Alianza con una clase genial en grupo. El sábado tengo mi última clase, pero es particular y bastante cargada... ya veremos si sale algo chévere. No hay que cerrar del todo las puertas a esa posibilidad.



Y bueno... necesito helado. Para superar estos mini-bajones de ánimo, nada mejor que eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este post acepta piropos, críticas, cuentos borrachos, carticas de amor... en fin, deje usted lo que quiera. Aquí lo disfrutamos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...