Siempre me ha parecido que hay un límite terrible en las cabezas de ciertos tipos de gente: unos se sienten demasiado cool para admitir que disfrutan pasar una noche de fin de semana jugando algo en la casa de un pana, y otros se sienten demasiado losers como para ir a una fiesta y actually be a part of it.
Cuando leí esta postal, pensé en el 2do tipo de persona.
Who says you gotta go to a party AND get wasted to have fun?
Y dos segundos después de pensar eso, me di cuenta de que la pregunta aplica a esos dos pequeños extremistas de la ridiculísima línea loser-cool.
A mí, en lo particular, me gusta la gente que puede divertirse donde sea. Que se meta con ánimos a una rumba y al piso de una casa con los panas a jugar nintendo. Si es para pareja, obviamente alguien que se divierta conmigo, cuando no haya tiempo, dinero o excusa pa reunir a un grupo.
Lo cierto es que no comprendo que alguien que esté bien dentro de su cabeza pueda definir la diversión solo en un espacio y circunstancias fijos. Cada quien tiene su personalidad, sí, y posiblemente no soportes ser aplastado continuamente por gente hiperventilada, o las horas de raggaetón non-stop, o pasar horas sentado moviendo fichas en un tablero, pero ¡cero rollo! ¡Yo me siento incómoda en un concierto donde me aplasten, y también muero de aburrimiento delante de un tablero de Risk! Y me he juntado felizmente con gente a la que le encanta la primera o la segunda cosa.
Hay algunas cosas que de pana no nos llaman la atención, pero hay decenas de otras que sí, y más aún: hay millones por probar. Y siempre vas a encontrar a alguien que se divierta con las mismas tonterías que tú. Es parte de lo chévere de que todos seamos distintos: terminamos hallando similitudes en sitios inesperados.
Como todo, la diversión se busca. Y, si no me equivoco, el único requisito fijo es la buena disposición, ¿no?
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