3 de febrero de 2012

Reflexión en solitario


Creo firmemente que una de las cosas que todos deberíamos ser en esta vida es agradecidos. Con la vida misma, con el dios en que creamos y con la gente que nos rodea. Sí, así mismito. Hasta cuando los días apestan.

¿Por qué lo digo? Porque no hay un día en que no recibamos algo. Sé que alguien que lea esto va a pensar ahorita: ¡uuufff, será ella! Pero denme crédito un momento y piénsenlo. Anteayer, ayer y hoy recibieron algo que se esperaban o no, de gente amiga o no, o de la suerte misma, si les gusta pensar en esas cosas del destino. Y es bueno para uno verlo, y dar las gracias.

Esta noche estuve pensando en las cosas que me rodean ahorita y caí en algo: La verdad es que cuando se nos cierra una puerta, lo que hay que hacer es estar pendiente de dónde se abre la otra. Si no podemos verlo, quizá sea momento de mirar nuestro día con ojos humildes.

¿Un ejemplo?
Hoy tuve un día terrible. En el top 5 de estos días - que han sido todos terribles, a decir verdad - : Volví a soñar que estaba con Carlos. Me volví a despertar en el momento en que nos íbamos a decir las cosas. Volví a despertarme casi 1 hr antes de que sonara mi alarma, sin poderme dormir. Lloré otra vez antes de pararme. Tardé casi 2h30 en decidir pararme de la cama. Estudié. Me entristecí. No almorcé. Presenté mi quiz. Compré un cachito y el jamón parecía viejo. Almorcé un yogurt. Vi a Carlos y en vez de aprovecharlo me dediqué a no llorar. Pasé 3hrs en cola. Fui a ver a mi tío. Me enteré de que no quiso dializarse ayer ni hoy. Ya todo el mundo tiró la toalla y hay que aceptarlo. Movilnet me carga en GSM. Me invitaron al Maní (realmente quería ir) y lo rechacé por quedarme a acompañar a mi tío… ¿Sigo? Estaba claro ya en la 4ta línea, creo. Today sucked.


¡Pero eso no fue todo! Salí bien en mi quiz. Perdí un poco del miedo que le tengo a la materia. Vi a Carlos, y me dio un abrazo que necesitaba demasiado. Mi tía me planteó una buena posibilidad de pasantía en Maracaibo. Mi otra tía me ofreció su casa si no consigo residencia al volver a Caracas en septiembre (esto es un GRAN alivio para uno que vive residenciado). Hice un nuevo pana. No pasé el día sola como lo empecé. Mi tío estuvo despierto un buen rato y lo vi sonreír otra vez (ver sonreír a mi tío es algo lindísimo)... Y me siento mejor.

Aunque puedan parecer pendejadas, todas estas cosas me imprimieron una buena sensación, todas me llevaron a un "mejor" mejor sitio. Las cosas buenas no son menos buenas porque vengan entre líneas o como producto de algo fugaz. No puedo mentirme y decirme que lo malo no está allí. Esto de ahorita no puedo cambiarlo. No me duele menos, incluso mientras escribo esto.Todos hemos estado o estaremos alguna vez en una posición similar. Lo que hay que tener en mente es que es nuestra decisión incorporar las cosas buenas a nuestra memoria y saber responder -como mínimo- con un agradecimiento, cuando aplique. Solo eso y lo bueno seguirá llegando.

Sometimes, a little does go a long way.
Gracias. Sólo es una palabra. 7 letras, 2 sílabas, y sinceridad. Eso es todo lo que se requiere para mejorar, así sea un poco, hasta el peor de los días.
Buenas noches, gente.

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