Una guajira maracucha en Nueva York Miami

Ir a los Estados Unidos para mí es como ir a conocer a ese(a) pana de la que TANTO te han hablado, ese que es el conocido en común de todos tus conocidos pero que tú conoces de nombre porque curiosamente NUNCA has podido estar ahí cuando los demás se lo encuentran. En algunos círculo venezolanos, Miami es la maravilla ocasional -pero llena de alguna manera de cosas cotidianas- que para mí es el Mercado Guaicaipuro. (No supero sus ramas de canela y el anís estrellado que venden)

Yo me compré zapatos baratos en Bruselas y comí baguettes exquisitas en París, me tomé el mejor chocolate caliente del universo en un pueblito alemán e hice varios mercados en Barcelona, pero Miami y la forma mega-cotidiana en que la gente habla de ella como si fuera Las Mercedes de luxe ha resultado en mil curiosidades personales.
El primer día me soltaron sola en Lincoln Rd. por 6hrs, y efectivamente vi a decenas de latinos ir de aquí para allá tal cual vamos de Chacaito al Recreo. Yo, señores, andaba más perdida que guajiro en Nueva York. Eso sí: con la enorme ventaja de entender el inglés, y por eso me dediqué alegremente a explorar aquellos lares.

Yo sé que les va a dar risa mi ignorancia, pero les cuento:

¿Qué curiosidades maté?

- Ya sé qué TAN buenos son realmente los cafés de Starbucks
- Tengo la respuesta a: "¿Las hamburguesas gringas son todas tan mierda como las del fast food que llega aquí?" Y la respuesta, señores, es ¡NEGATIVA!
Quien pertenezca a esos círculos venezo-maiameros, que vaya por favor a Van Dixie's (Lincoln Rd) y pida una Turkey Burger. OMG
- ¡The Cheesecake Factory es un restaurant! Y es una orgásmica grosera delicia. Check this out and drool (cuidado con el teclado):

Mmm mmm mmm...!

- Ya fui a un Macy's
- De verdad vale la pena comprar ropa
- Aéropostale, AE y quizá Tommy Hilfiger (el muy MF racist) deben ADORAR el becerrismo del público venezolano (¿y mexicano?) que les asegura un 40% de sus ingresos.
- Los gringos tienen celulitis todos porque toman demasiado refresco Y porque es demasiado fácil (y relativamente barato) comer RICO en la calle. Y no estoy hablando de fast food.
- La comida pre-preparada PUEDE ser sabrosa.
- Mi Chicken-pot pie DOES kick-ass. Lo digo porque allá pude compararlo con otros.
- Este es el único país con tanta clase media y tanta clase alta donde el 99% de las librerías son cualquier verga.
Allá entré en una que se llama Books & Books y por unos minutos (5 ¿ó 40?) i daydreamed of the library in my future house.
- Aún queda gente en Miami que no habla español. Impresionante esfuerzo.

¿Qué guajiradas me pasaron?

Pues iba a cruzar una calle, pero me detuve al lado del poste porque el semáforo de peatones se puso rojo, y pegué un brinco porque el puto poste me gritó "WAIT!"
Otro día, se me olvidó cuál es la diferencia entre pimentón, pimiento picante y pimienta, y cargaba loco a un empleado de Whole Foods que me estaba ayudando a buscar pimienta roja en granos. Me perdí (junto a mi madre) 80.000 veces en Del Ray Beach, y eso que cargábamos un GPS.
Y lo último fue que llegué tarde a todos los sitios de encuentro con mi mamá y su amiga porque olvidé la media hr de diferencia entre Vzla y Miami. (yo y mi eterno despiste)

Para finalizar, mis agradecimientos del viaje son para: nuestra exceptionally good hostess, la Sra. Marisa, Carminha, nuestra fiel y paciente guía en el GPS, y el policía cubano who jump-started our car. Y obvio a mi madre, que me hizo tripearme cada salida al máximo :)

PD: y a la señora que me dió a probar el boarhead's honey roasted ham. ¡Que cosa TAN DIVINA! (me lo vine comiendo en el avión y todo. Fue más el placer que la pena, believe me)